Hay veces en la vida, que debes optar por abandonar un camino; ese camino del que tanto dependías hasta ahora, ese camino que pensabas que era todo y en verdad no era nada. Aunque no te quisieras dar cuenta, en todo momento sabías que debías abandonar, que no estaba hecho para ti y que no valía la pena tropezar con la misma piedra dos veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario